Soy deportista
La anemia por deficiencia de hierro es un problema que afecta a cerca del 30% de los atletas de alto rendimiento, produciendo una disminución de la capacidad física e impactando en la calidad de vida, por lo que debe ser tratada y monitoreada por un especialista de la salud.
La realización de deporte conduce al aumento de la demanda de hierro, sin embargo, el mecanismo más crítico a través del cual se produce la anemia en los atletas es “el estallido de la hepcidina”, una hormona que se encarga de mantener el equilibro en el cuerpo de los niveles de hierro, ya que contribuye con la absorción del hierro desde los alimentos y su distribución entre los tejidos. El aumento o estallido de la hepcidina, se produce aproximadamente 3 horas luego de realizar ejercicios, bloqueando la absorción y el flujo del hierro en el organismo.
Los estudios han demostrado que la respuesta a la hepcidina puede ser afectada por actividades físicas como maratones, carreras de 10 K, el entrenamiento militar, los juegos de baloncesto y el remo. También se ha demostrado que los ejercicios con impacto en los pies como correr, o que impliquen levantamiento de peso, produce niveles de hepcidina más altos.
El tratamiento de la deficiencia de hierro requiere de asesoramiento nutricional, suplementación con hierro por vía oral o, en casos específicos, por inyección intravenosa. Es importante hacer un seguimiento de los atletas de forma individual, repitiendo los análisis de sangre dos veces al año. Una ingesta diaria de hierro a largo plazo y/o la suplementación en presencia de valores normales o incluso altos no tiene sentido y puede ser perjudicial.
Para mayor información, consulte a su médico.
Fuentes:
2. Chang CW, Chen CY, Yen CC, Wu YT, Hsu MC. Repressed Exercise-Induced Hepcidin Levels after Danggui Buxue Tang Supplementation in Male Recreational Runners. 2018;10(9):1318. Published 2018 Sep 18. doi:10.3390/nu10091318
3. Clénin, G., Cordes, M. et al. Iron deficiency in sports – definition, influence on performance and therapy. Consensus statement of the Swiss Society of Sports Medicine. Swiss Med Wkly. 2015;145:w14196